PASOS PARA REALIZAR UNA TABLA DE CONTENIDOS DE UNA
INVESTIGACIÓN:
1.- Buscamos un tema de nuestro agrado en internet.
2.- Seleccionamos el texto con la información que vamos agregar
a nuestro trabajo.
3.- Copiamos la información seleccionada.
4.- Abrimos un nuevo documento de Microsoft Word.
5.- Nos dirigimos a la barra de herramientas opción inicio.
6.- Abrimos las opciones de pegado, seleccionamos pegado especial.
7.- Pegamos como texto sin formato.
8.- Seleccionamos
todo el texto con CTRL+E, luego lo justificamos con CTRL+J.
9.- Nos dirigimos
a la barra de herramientas inicio, opción estilos.
10.- Abrimos la
ventana de estilos con el mouse o con ALT+CTROL+MAYÚS+S.
11.- Seleccionamos
en el icono nuevo estilo.
12.- Creamos un
estilo para los títulos, lo modificamos a nuestra conveniencia
13.- Creamos otro
estilo para los subtítulos siguiendo los mimos pasos anteriores
14.- Seleccionamos
todos los títulos de nuestra investigación, aplicamos el estilo creado.
15.- Luego seleccionamos
los subtítulos, aplicamos el estilo creado para subtítulos.
16.- Ahora para
poder identificar los títulos de subtítulos, nos dirigimos a la barra de herramientas
opción referencias, tabla de contenidos, opción agregar textos, ara los títulos
ponemos la opción nivel 1 y para subtítulos nivel 2.
17.- Aplicamos numeración
a los títulos y subtítulos.
Títulos
Subtítulos
18.- En la opción
referencias de la barra de herramientas, damos clic en tabla de contenidos.
19.- Seleccionamos
en insertar tabla de contenidos
20.- Nos saldrá una
ventana y damos clic en opciones.
21.- Se abrirá otra
ventana donde seleccionaremos el nivel de nuestros estilos creados.
22.- Después de
realizar este paso nos saldrá automáticamente la tabla de contenidos en nuestra
investigación.
23.- Si realizamos
alguna modificación en nuestra investigación, en la opción de tabla de
contenidos hay la opción de actualizar tabla, y se actualizara automáticamente según
los cambios realizados en nuestro documento.
EJEMPLO DE TABLA DE CONTENIDOS
Agua
El agua se puede presentar en
tres estados siendo una de las pocas sustancias que pueden encontrarse en sus
tres estados de forma natural.9 El agua adopta formas muy distintas sobre la
tierra: como vapor de agua, conformando nubes en el aire; como agua marina, eventualmente
en forma de icebergs en los océanos; en glaciares y ríos en las montañas, y en
los acuíferos subterráneos su forma líquida.
Las propiedades fisicoquímicas
más notables del agua son:
El agua es un disolvente muy potente, al que
se ha catalogado como el disolvente universal, y afecta a muchos tipos de
sustancias distintas. Las sustancias que se mezclan y se disuelven bien en agua
como las sales, azúcares, ácidos, álcalis, y algunos gases (como el oxígeno o
el dióxido de carbono, mediante carbonación) son llamadas hidrófilas, mientras
que las que no combinan bien con el agua como lípidos y grasas se denominan
sustancias hidrófobas. Todos los componentes principales de las células de
proteínas, ADN y polisacáridos se disuelven en agua. Puede formar un azeótropo
con muchos otros disolventes. El agua es miscible con muchos líquidos, como el
etanol, y en cualquier proporción, formando un líquido homogéneo. Por otra
parte, los aceites son inmiscibles con el agua, y forman capas de variable
densidad sobre la superficie del agua. Como cualquier gas, el vapor de agua es
miscible completamente con el aire.
Contrario a la creencia popular,
el agua es un elemento bastante común en nuestro sistema solar, es más, en el
universo; principalmente en forma de hielo y, poco menos, de vapor. Constituye
una gran parte del material que compone los cometas y recientemente se han
encontrado importantes yacimientos de hielo en la luna. Algunos satélites como
Europa y Encélado poseen posiblemente agua líquida bajo su gruesa capa de
hielo. Esto permite a estas lunas tener una especie de tectónica de placas
donde el agua líquida cumple el rol del magma en la tierra, mientras que el hielo
sería el equivalente a la corteza terrestre.
La existencia de agua en estado líquido en
menor medida en sus formas de hielo o vapor sobre la Tierra es vital para la
existencia de la vida tal como la conocemos. La Tierra está situada en un área
del sistema solar que reúne condiciones muy específicas, pero si estuviésemos
un poco más cerca del Sol un 5%, o sea 8 millones de kilómetros ya bastaría
para dificultar enormemente la existencia de los tres estados de agua conocidos.29
La masa de la Tierra genera una fuerza de gravedad que impide que los gases de
la atmósfera se dispersen. El vapor de agua y el dióxido de carbono se
combinan, causando lo que ha dado en llamarse el efecto invernadero. Aunque se
suele atribuir a este término connotaciones negativas, el efecto invernadero es
el que mantiene la estabilidad de las temperaturas, actuando como una capa
protectora de la vida en el planeta. Si la Tierra fuese más pequeña, la menor
gravedad ejercida sobre la atmósfera haría que ésta fuese más delgada, lo que
redundaría en temperaturas extremas, evitando la acumulación de agua excepto en
los casquetes polares (tal como ocurre en Marte).
El agua es fundamental para todas las formas
de vida conocida. Los humanos consumen agua potable. Los recursos naturales se
han vuelto escasos con la creciente población mundial y su disposición en
varias regiones habitadas es la preocupación de muchas organizaciones
gubernamentales.
Durante la formación de la
Tierra, la energía liberada por el choque de los planetesimales, y su posterior
contracción por efecto del incremento de la fuerza gravitatoria, provocó el
calentamiento y fusión de los materiales del joven planeta. Este proceso de
acreción y diferenciación hizo que los diferentes elementos químicos se
reestructurasen en función de su densidad. El resultado fue la desgasificación
del magma y la liberación de una enorme cantidad de elementos volátiles a las
zonas más externas del planeta, que originaron la protoatmósfera terrestre. Los
elementos más ligeros, como el hidrógeno molecular, escaparon de regreso al
espacio exterior. Sin embargo, otros gases más pesados fueron retenidos por la
atracción gravitatoria. Entre ellos se encontraba el vapor de agua. Cuando la
temperatura terrestre disminuyó lo suficiente, el vapor de agua que es un gas
menos volátil que el CO2 o el N2 comenzó a condensarse. De este modo, las
cuencas comenzaron a llenarse con un agua ácida y caliente (entre 30°C y 60
°C).31 Esta agua ácida era un eficaz disolvente que comenzó a arrancar iones
solubles de las rocas de la superficie, y poco a poco comenzó a aumentar su
salinidad.
El 70% del agua dulce de la
Tierra se encuentra en forma sólida (Glaciar Grey, Chile).
El total del agua presente en el
planeta, en todas sus formas, se denomina hidrosfera. El agua cubre 3/4 partes
(71%) de la superficie de la Tierra. Se puede encontrar esta sustancia en
prácticamente cualquier lugar de la biosfera y en los tres estados de
agregación de la materia: sólido, líquido y gaseoso. El 97 por ciento es agua
salada, la cual se encuentra principalmente en los océanos y mares; sólo el 3
por ciento de su volumen es dulce. De esta última, un 1 por ciento está en
estado líquido. El 2% restante se encuentra en estado sólido en capas, campos y
plataformas de hielo o banquisas en las latitudes próximas a los polos. Fuera
de las regiones polares el agua dulce se encuentra principalmente en humedales y,
subterráneamente, en acuíferos.
El ciclo del agua implica una serie de procesos físicos continuos.
Con ciclo del agua conocido
científicamente como el ciclo hidrológico se denomina al continuo intercambio
de agua dentro de la hidrosfera, entre la atmósfera, el agua superficial y
subterránea y los organismos vivos. El agua cambia constantemente su posición
de una a otra parte del ciclo de agua, implicando básicamente los siguientes
procesos físicos:
Del arco iris: La refracción de
la luz solar en las minúsculas partículas de vapor, que actúan como múltiples y
pequeños prismas. El agua de escorrentía suele formar cuencas, y los cursos de
agua más pequeños s
Evaporación del agua del océano.
El océano engloba la parte de la
superficie terrestre ocupada por el agua marina. Se formó hace unos 4.000
millones de años cuando la temperatura de la superficie del planeta se enfrió
hasta permitir que el agua pasase a estado líquido. Cubre el 71% de la
superficie de la Tierra. La profundidad media es de unos 4 km. La parte más
profunda se encuentra en la fosa de las Marianas alcanzando los 11.033 m. En
los océanos hay una capa superficial de agua templada (12º a 30 °C), que ocupa
entre varias decenas de metros hasta los 400 o 500 metros. Por debajo de esta
capa el agua está fría con temperaturas de entre 5º y -1 °C. El agua está más
cálida en las zonas templadas, ecuatoriales y tropicales, y más fría cerca de
los polos.
Pleamar y bajamar en el puerto de la Flotte en
la isla Ré (Francia).
Las mareas son movimientos
cíclicos de las grandes masas de agua causadas por la fuerza gravitatoria lunar
y el sol, en conjunción con los océanos. Las mareas se deben a movimientos de
corrientes de grandes masas de agua, como mares, que oscilan en un margen
constante de horas. La marea se refleja perceptiblemente en una notable
variación de la altura del nivel del mar entre otras cosas originado por las
posiciones relativas del Sol y la Luna en combinación con el efecto de la
rotación terrestre y la batimetría local. La franja de mar sometida a estos
cambios expuesta en bajamar y cubierta en pleamar se denomina zona entre mareas
y representa un nicho ecológico de gran valor.
5. El agua
dulce en la naturaleza
El agua dulce en la naturaleza
se renueva gracias a la atmósfera que dispone de 12.900 km³ de vapor de agua.
Sin embargo, se trata de un volumen dinámico que constantemente se está
incrementando en forma de evaporación y disminuyendo en forma de
precipitaciones, estimándose el volumen anual en forma de precipitación o agua
de lluvia entre 113.500 y 120.000 km³ en el mundo. Estos volúmenes suponen la
parte clave de la renovación de los recursos naturales de agua dulce. En los
países de clima templado y frío la precipitación en forma de nieve supone una
parte importante del total. El 68,7% del agua dulce existente en el mundo está
en los glaciares y mantos de hielo. Sin embargo, en general, no se consideran
recursos hídricos por ser inaccesibles (Antártida, Ártico y Groenlandia). En cambio los
glaciares continentales son básicos en los recursos hídricos de muchos países. Las
aguas superficiales engloban los lagos, embalses, ríos y humedales suponiendo
solamente el 0,3% del agua dulce del planeta, sin embargo representan el 80% de
las aguas dulces renovables anualmente de allí su importancia.35 También el agua subterránea dulce almacenada, que
representa el 96% del agua dulce no congelada de la Tierra, supone un
importante recurso. Según Morris los sistemas de aguas subterráneas empleados
en abastecimiento de poblaciones suponen entre un 25 y un 40% del agua potable
total abastecida. Así la mitad de las grandes megalópolis del mundo dependen de
ellas para su consumo. En las zonas donde no se dispone de otra fuente de
abastecimiento representa una forma de abastecimiento de calidad a bajo coste.35 La mayor fuente de agua dulce del mundo adecuada
para su consumo es el Lago Baikal, de Siberia, que tiene un índice muy reducido en sal y calcio y aún no está contaminado.
6. Efectos sobre la vida
El arrecife de coral es uno de los entornos de
mayor biodiversidad.
Desde el punto de vista de la biología, el agua es un elemento crítico para la
proliferación de la vida. El agua desempeña este papel permitiendo a los
compuestos orgánicos diversas reacciones que, en último término, posibilitan la
replicación de ADN. De un modo u otro,37 todas las formas de vida conocidas dependen del agua. Sus propiedades
la convierten en un activo agente, esencial en muchos de los procesos metabólicos que los seres
vivos realizan. Desde esta perspectiva metabólica, podemos distinguir dos tipos
de funciones del agua: anabólicamente, la
extracción de agua de moléculas mediante reacciones químicas enzimáticas que
consumen energía permite el crecimiento de moléculas mayores, como los triglicéridos o las proteínas; en cuanto al catabolismo, el agua actúa
como un disolvente de los enlaces entre átomos, reduciendo el tamaño de las
moléculas (como glucosas, ácidos grasos y aminoácidos), suministrando
energía en el proceso. El agua es por tanto un medio irremplazable a nivel
molecular para numerosos organismos vivos. Estos procesos metabólicos no
podrían realizarse en un entorno sin agua, por lo que algunos científicos se
han planteado la hipótesis de qué tipo de mecanismos absorción de gas,
asimilación de minerales podrían mantener la vida sobre el planeta. Es un
compuesto esencial para la fotosíntesis y la respiración. Las células
fotosintéticas utilizan la energía del sol para dividir el oxígeno y el
hidrógeno presentes en la molécula de agua. El hidrógeno es combinado entonces
con CO2 (absorbido del aire o del agua) para formar glucosa, liberando oxígeno en el proceso. Todas las
células vivas utilizan algún tipo de "combustible" en el proceso de
oxidación del hidrógeno y carbono para capturar la energía solar y procesar el
agua y el CO2.
La Asamblea General de Naciones Unidas, aprobó el 28 de
julio de 2010, en su sexagésimo cuarto período de sesiones, una resolución que
reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derecho humano esencial para el pleno
disfrute de la vida y de todos los derechos humanos. La resolución fue adoptada
a iniciativa de Bolivia, tras 15 años de debates, con el voto favorable de
122 países y 44 abstenciones. La Asamblea de Naciones Unidas se mostró
“profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas
carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen
acceso al saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen
aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443
millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el
agua y el saneamiento”. La adopción de esta resolución estuvo precedida de una
activa campaña liderada por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma.
El cuerpo humano está compuesto de entre un 55% y un 78% de agua, dependiendo de sus
medidas y complexión. Para evitar desórdenes, el cuerpo
necesita alrededor de siete litros diarios de agua; la cantidad exacta variará
en función del nivel de actividad, la temperatura, la humedad y otros factores.
La mayor parte de esta agua se absorbe con la comida o bebidas no estrictamente
agua. No se ha determinado la cantidad exacta de agua que debe tomar un
individuo sano, aunque una mayoría de expertos considera que unos 6-7 vasos de
agua diarios (aproximadamente dos litros) es el mínimo necesario para mantener
una adecuada hidratación. La literatura
médica defiende un menor consumo, típicamente un litro de agua diario para un individuo
varón adulto, excluyendo otros requerimientos posibles debidos a la pérdida de
líquidos causada por altas temperaturas o ejercicio físico. Una persona con los
riñones en buen estado
tendrá dificultades para beber demasiado agua, pero especialmente en climas
cálidos y húmedos, o durante el ejercicio beber poco también
puede ser peligroso. El cuerpo humano es capaz de beber mucha más agua de la
que necesita cuando se ejercita, llegando incluso a ponerse en peligro por hiperhidratación, o
intoxicación de agua. El hecho comúnmente aceptado de que un individuo adulto
debe consumir ocho vasos diarios de agua no tiene ningún fundamento científico.
Hay otros mitos45 sobre la relación entre agua y salud que poco a poco
van siendo olvidados.
Una niña con una botella de agua
en África donde la diarrea es frecuente en los niños. La escasez de agua y la
deficiente infraestructura causan más de 5 millones de muertes al año por
consumo de agua contaminada. El agua de boca es uno de los
principales transmisores de microorganismos causantes de enfermedades,
principalmente bacterias, virus y protozoos intestinales. Las grandes epidemias
de la humanidad han prosperado por la contaminación del agua de boca. Por
referencias se conoce que se recomendaba hervir el agua desde quinientos años
antes de nuestra era. El cloro puede resultar irritante para las mucosas y la piel por
ello su utilización está estrictamente vigilada. La proporción usada varía
entre 1ppm cuando se trata de purificar el agua para
su consumo, y entre 1-2 ppm para la preparación de agua de baño.
La aplicación inadecuada de componentes químicos en el agua puede resultar
peligroso. La aplicación de cloro como desinfectante comenzó en 1912 en los Estados
Unidos. Al año siguiente Wallace y Tiernan diseñaron unos equipos
que podían medir el cloro gas y formar una solución concentrada que se añadía
al agua a tratar. Desde entonces la técnica de cloración ha seguido
progresando. Además de su capacidad destructora de gérmenes, su capacidad
oxidante es muy grande y su acción también es muy beneficiosa en la eliminación
del hierro, manganeso, sulfhídricos, sulfuros y otras sustancias reductoras del
agua. Muchos países en sus normativas establecen desinfecciones mediante cloro y
exigen el mantenimiento de una determinada concentración residual de
desinfectante en sus redes de tuberías de distribución de agua. A veces se
emplea cloraminas como desinfectante secundario para mantener durante más
tiempo una determinada concentración de cloro en el sistema de abastecimiento
de agua potable.
Niña en Malí abasteciéndose para su consumo doméstico del agua del
subsuelo mediante una bomba manual. Además de precisar los seres
humanos el agua para su existencia precisan del agua para su propio aseo y la
limpieza. Se ha estimado que los humanos consumen «directamente o
indirectamente» alrededor de un 54% del agua dulce superficial disponible en el
mundo. Este porcentaje se desglosa en:
- Un 20%, utilizado para mantener la fauna y la flora, para el transporte de bienes (barcos) y para la pesca, y
- el 34% restante, utilizado de la siguiente manera: El 70% en irrigación, un 20% en la industria y un 10% en las ciudades y los hogares.
La mayor parte del agua se destina a la agricultura, y es utilizada
para irrigar los cultivos. La
relación directa entre recursos hídricos y producción de alimentos es crítica
por tanto para una población humana en constante crecimiento. La irrigación
absorbe hasta el 90% de los recursos hídricos de algunos países en desarrollo.
La agricultura es un sistema de producción tan antiguo que se ha sabido adaptar
a los diferentes regímenes hídricos de cada país: Así, en zonas donde se den
abundantes precipitaciones suelen realizarse cultivos de regadío, mientras que en
zonas más secas son comunes los cultivos de secano. Más recientemente, y en entornos más adversos, como el desierto se ha experimentado con nuevas formas de cultivo,
centradas en minimizar el consumo de
agua. En la actualidad una de las vertientes más activas de la investigación genética intenta optimizar las especies que el hombre usa
como alimento. También se ha empezado a hablar de agricultura espacial para referirse a los experimentos destinados a difundir la agricultura
por otros planetas.
La industria precisa
el agua para múltiples aplicaciones, para calentar y para enfriar, para
producir vapor de agua o como disolvente, como materia prima o para limpiar. La
mayor parte, después de su uso, se elimina devolviéndola nuevamente a la
naturaleza. Estos vertidos, a veces se tratan, pero otras el agua residual
industrial vuelve al ciclo del agua sin tratarla adecuadamente. La calidad del
agua de muchos ríos del mundo se está deteriorando y está afectando
negativamente al medio ambiente acuático por los vertidos industriales de
metales pesados, sustancias químicas o materia orgánica. También se puede
producir una contaminación indirecta: residuos sólidos pueden llevar agua
contaminada u otros líquidos, el lixiviado, que se acaban filtrando al terreno
y contaminando acuíferos si los residuos no se aíslan adecuadamente. Los
mayores consumidores de agua para la industria en el año 2000 fueron: EE.UU.
220,7 km³; China 162 km³; Federación Rusa 48,7 km³; India 35,2 km³; Alemania 32
km³; Canadá 31,6 km³ y Francia 29,8 km³. En los países de habla hispana, España
6,6 km³; México 4,3 km³; Chile 3,2 km³ y Argentina 2,8 km³.
6.5.1. El agua como transmisor de calor
El agua y el vapor son usados como transmisores de
calor en diversos sistemas de intercambio de calor, debido a su disponibilidad, por su elevada capacidad calorífica, y
también por su facultad de enfriar y calentar. El vapor condensado es un
calentador eficiente debido a su elevado calor de vaporización. Una desventaja
del agua y el vapor es que en cierta manera son corrosivos. En la mayoría de
centrales eléctricas, el agua es utilizada como refrigerante, la cual posteriormente
se evapora y en las turbinas de vapor se genera energía mecánica, permitiendo el funcionamiento de los generadores que producen electricidad.
El agua desempeña un papel crucial en la tecnología de alimentos. El agua es básica en el procesamiento de alimentos y las características
de ella influyen en la calidad de los alimentos.
Los solutos que se encuentran en el agua, tales
como las sales y los azúcares, afectan las propiedades físicas del agua y
también alteran el punto de ebullición y de congelación del agua. Un mol de sacarosa (azúcar) aumenta el punto de ebullición del agua a
0.52 °C, y un mol de cloruro de sodio aumenta el punto
de ebullición a 1.04 °C a la vez que disminuye del mismo modo el punto de
congelamiento del agua. Los solutos del agua también afectan la actividad de
esta, y a su vez afectan muchas reacciones químicas y el crecimiento de
microorganismos en los alimentos. Se denomina actividad del agua a la relación
que existe entre la presión de vapor de la solución y la presión de vapor de
agua pura. Los solutos en el agua disminuyen la actividad acuosa, y es
importante conocer esta información debido a que la mayoría del crecimiento
bacteriano cesa cuando existen niveles bajos de actividad acuosa. El crecimiento de microbios no es el único factor que afecta la
seguridad de los alimentos, también existen otros factores como son la
preservación y el tiempo de expiración de los alimentos.
Las reacciones orgánicas generalmente se tiemplan con agua o con una solución acuosa que puede estar compuesta por ácido, por una base o por un tampón químico. El
agua es generalmente eficaz para eliminar sales inorgánicas. En las reacciones inorgánicas el agua es un solvente común, debido a
que no disuelve los reactivos en su totalidad,
también es anfótera (puede reaccionar
en su estado ácido y base) y nucleófila. Sin embargo,
estas propiedades a veces son deseadas. También se ha observado que el agua
causa una aceleración en la reacción de Diels-Alder. Los fluidos supercríticos están siendo investigados en la actualidad, ya que el agua supercrítica
(saturada en oxígeno) hace combustión en los contaminantes de manera eficiente.
El agua es descrita muchas veces como el solvente universal, porque disuelve muchos de los compuestos conocidos. Sin embargo no llega
a disolver todos los compuestos. En términos químicos, el agua es un solvente
eficaz porque permite disolver iones y moléculas polares. La
inmensa mayoría de las sustancias pueden ser disueltas en agua. Cuando el agua
es empleada como solvente se obtiene una disolución acuosa; por lo tanto, a la sustancia disuelta se la denomina soluto y al medio que la dispersa se lo llama disolvente. En el proceso de
disolución, las moléculas del agua se agrupan alrededor de los iones o
moléculas de la sustancia para mantenerlas alejadas o dispersadas. Cuando un compuesto iónico se disuelve en agua, los extremos positivos (hidrógeno) de la molécula
del agua son atraídos por los aniones que contienen iones con carga negativa, mientras
que los extremos negativos (oxígeno) de la molécula son atraídos por los cationes que contienen iones con carga positiva. Un ejemplo
de disolución de un compuesto iónico en agua es el cloruro de sodio (sal de
mesa), y un ejemplo de disolución de un compuesto molecular en agua es el azúcar.
El agua también es utilizada para
apagar incendios forestales.
El agua posee un elevado calor latente de vaporización y es
relativamente inerte, convirtiéndole en un fluido eficaz para apagar incendios. El calor del
fuego es absorbido por el agua para luego evaporarse, extinguiendo por
enfriamiento. Sin embargo, el agua no debe ser utilizada para apagar el fuego
de equipos eléctricos, debido a que el agua impura es un buen conductor de
electricidad. Asimismo, no debe ser empleada para extinguir combustibles
líquidos o solventes orgánicos puesto que flotan en el agua y la ebullición
explosiva del agua tiende a extender el fuego. Cuando se utiliza el agua para
apagar incendios se debe considerar el riesgo de una explosión de vapor, ya que puede ocurrir cuando se la utiliza en espacios reducidos y en
fuegos sobrecalentados. También se debe tomar en cuenta el peligro de una explosión de hidrógeno, que ocurre cuando ciertas sustancias, como metales o el grafito caliente, se descomponen en el agua produciendo hidrógeno.
Los humanos utilizan el agua para varios propósitos
recreativos, entre los cuales se encuentran la ejercitación y la práctica de
deportes. Algunos de estos deportes incluyen la natación, el esquí acuático, la navegación, el surf y el salto. Existen además otros deportes que se practican sobre una superficie de
hielo como el hockey sobre hielo, y el patinaje sobre hielo. Las riberas de
los lagos, las playas, y los parques acuáticos son lugares
populares de relajación y diversión. Algunas personas consideran que el sonido
del flujo del agua tiene un efecto tranquilizante. Otras personas tienen acuarios o estanques con peces y vida
marina por diversión, compañía, o para exhibirlos. Los humanos también
practican deportes de nieve como el esquí o el snowboarding. También se
utiliza para juegos de pelea mediante el lanzamiento de bolas de nieve, globos de agua, e inclusive con el uso de pistolas de agua. Otra de las
aplicaciones del agua es para decorar lugares públicos o privados con la
construcción de fuentes o surtidores de agua.
El 7 de abril de 1795, el gramo fue definido en Francia como "el peso absoluto de un volumen de agua pura igual a un cubo de la centésima parte de un metro, a la temperatura de fusión del hielo".84 Por motivos prácticos, se popularizó una medida mil veces mayor de referencia para los metales. El trabajo encargado era por tanto calcular con precisión la masa de un litro de agua. A pesar del hecho de que la propia definición de gramo especificaba los 0º C —un punto de temperatura muy estable— los científicos prefirieron redefinir el estándar y realizar sus mediciones en función de la densidad más estable, es decir, alrededor de los 4 °C. La escala de temperaturas Kelvin del SI se basa en el punto triple del agua, definido exactamente como 273.16 K (0.01º C). La escala Kelvin es una evolución más desarrollada de la Celsius, que está definida tan sólo por el punto de ebullición (=100º C) y el punto de fusión (=0º C) del agua. El agua natural se compone principalmente de isótopos hidrógeno-1 y oxígeno-16, pero hay también una pequeña cantidad de isótopos más pesados como hidrógeno-2 (deuterio). La cantidad de óxidos de deuterio del agua pesada es también muy reducida, pero afecta enormemente a las propiedades del agua. El agua de ríos y lagos suele tener menos deuterio que el agua del mar. Por ello, se definió un estándar de agua según su contenido en deuterio: El VSMOV, o Estándar de Viena Agua del Océano Promedio.
Los humanos llevamos
mucho tiempo depositando nuestros residuos y basuras en la atmósfera, en la
tierra y en el agua. Esta forma de actuar hace que los residuos no se traten
adecuadamente y causen contaminación. La contaminación del agua afecta a las
precipitaciones, a las aguas superficiales, a las subterráneas y como
consecuencia degrada los ecosistemas naturales. El crecimiento de la población
y la expansión de sus actividades económicas están presionando negativamente a
los ecosistemas de las aguas costeras, los ríos, los lagos, los humedales y los
acuíferos. Ejemplos son la construcción a lo largo de la costa de nuevos
puertos y zonas urbanas, la alteración de los sistemas fluviales para la
navegación y para embalses de almacenamiento de agua, el drenaje de humedales
para aumentar la superficie agrícola, la sobreexplotación de los fondos
pesqueros, las múltiples fuentes de contaminación provenientes de la
agricultura, la industria, el turismo y las aguas residuales de los hogares. Un
dato significativo de esta presión es que mientras la población desde 1900 se
ha multiplicado por cuatro, la extracción de agua se ha multiplicado por seis.
La calidad de las masas naturales de agua se está reduciendo debido al aumento
de la contaminación y a los factores mencionados.
El agua estinada al consumo humano es la que sirve
para beber, cocinar, preparar alimentos u otros usos domésticos. Cada país
regula por ley la calidad del agua destinada al consumo humano. La ley europea
protege la salud de las personas de los efectos adversos derivados de cualquier
tipo de contaminación de las aguas destinadas al consumo humano garantizando su
salubridad y limpieza y por ello no puede contener ningún tipo de
microorganismo, parásito o sustancia, en una cantidad o concentración que pueda
suponer un peligro para la salud humana. Así debe estar totalmente exenta de
las bacterias Escherichia coli y Enterococcus, y la presencia de
determinadas sustacias químicas no puede superar ciertos límites, como tener
menos de 50 miligramos de nitratos por litro de agua o menos de 2 miligramos de cobre y otras sustancias químicas. Habitualmente el agua potable es captada
de embalses, manantiales o extraída del
suelo mediante túneles artificiales o pozos de un acuífero. Otras fuentes de
agua son el agua lluvia, los ríos y los lagos. No obstante, el agua debe ser
tratada para el consumo humano, y puede ser necesaria la extracción de
sustancias disueltas, de sustancias sin disolver y de microorganismos
perjudiciales para la salud. Existen diferentes tecnologías para potabilizar el
agua.
El tratamiento de aguas residuales se emplea en los residuos urbanos generados en la actividad humana y en
los residuos provenientes de la industria. El agua residual, también llamada
negra o fecal, es la que usada por el hombre ha quedado contaminada. Lleva en
suspensión una combinación de heces fecales y orina, de las aguas procedentes
del lavado con detergentes del cuerpo humano, de su vestimenta y de la
limpieza, de desperdicios de cocina y domésticos, etc. También recibe ese
nombre los residuos generados en la industria. En la depuración se realizan una
serie de tratamientos en cadena. El primero denominado pretratamiento separa
los sólidos gruesos mediante rejas, desarenadores o separadores de grasas.
Después un tratamiento denominado primario separa mediante una sedimentación
física los sólidos orgánicos e inorgánicos sedimentables.
La política del agua es la política diseñada para asignar, distribuir y administrar
los recursos hídricos y el agua. La disponibilidad de agua potable per cápita ha ido
disminuyendo debido a varios factores como la contaminación, la sobrepoblación,
el riego excesivo, el mal uso y el creciente ritmo de
consumo. Por esta razón, el agua es un recurso estratégico para el mundo y un
importante factor en muchos conflictos contemporáneos. Indudablemente, la escasez de agua tiene un impacto en la salud y la
biodiversidad. Desde 1990, 1.6 mil millones de personas tienen acceso a una
fuente de agua potable. Se ha calculado que la proporción de gente en los
países desarrollados con acceso a agua segura ha mejorado del
30% en 1970 al 71% en 1990, y del 79% en el 2000 al 84% en el 2004. Se
pronostica que esta tendencia seguirá en la misma dirección los próximos años.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) de los países miembros de las Naciones
Unidas es reducir al 50% la proporción de personas sin acceso sostenible a
fuentes de agua potable y se estima que la meta será alcanzada en el 2015. La
ONU pronostica que el gasto necesario para cumplir dicho objetivo será de
aproximadamente 50 a 102 mil millones de dólares.
El agua es considerada como un elemento purificador en la mayoría de religiones. Algunas de las doctrinas religiosas que incorporan el ritual de lavado o abluciones son: el cristianismo, el hinduismo, el movimiento rastafari, el islam, el sintoísmo, el taoísmo y el judaísmo. Uno de los sacramentos centrales del cristianismo es el bautismo y el cual se realiza mediante la inmersión, aspersión o afusión de una persona en el agua. Dicha práctica también se ejecuta en otras religiones como el judaísmo donde es denominada mikve y en el sijismo donde toma el nombre de Amrit Sanskar. Asimismo, en muchas religiones incluyendo el judaísmo y el islam se realizan baños rituales de purificación a los muertos en el agua. Según el islam, las cinco oraciones al día (o salat) deben llevarse a cabo después de haber lavado ciertas partes del cuerpo usando agua limpia o abdesto; sin embargo, en caso de que no hubiese agua limpia se realizan abluciones con polvo o arena las cuales son denominadas tayammum. En el sintoísmo el agua es empleada en casi todos los rituales para purificar una persona o un lugar, como es el caso del ritual misogi. El agua es mencionada 442 veces en la Nueva Versión Internacional de la Biblia y 363 veces en la Biblia del rey Jacobo: Pedro 2:3-5 establece, «Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste».
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